Las Palabras.

Octavio Paz.

Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.

QUE LOS RUIDOS TE PERFOREN LOS DIENTES! (Oliverio Girondo)

QUE LOS RUIDOS TE PERFOREN LOS DIENTES…

Que los ruidos te perforen los dientes,
como una lima de dentista,
y la memoria se te llene de herrumbre,
de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros,
una pata de araña;
que sólo puedas alimentarte de barajas usadas
y que el sueño te reduzca, como una aplanadora,
al espesor de tu retrato.
Que al salir a la calle,
hasta los faroles te corran a patadas;
que un fanatismo irresistible te obligue a prosternarte
ante los tachos de basura
y que todos los habitantes de la ciudad
te confundan con un madero.
Que cuando quieras decir: «Mi amor»,
digas: «Pescado frito»;
que tus manos intenten estrangularte a cada rato,
y que en vez de tirar el cigarrillo,
seas tú el que te arrojes en las salivaderas.
Que tu mujer te engañe hasta con los buzones;
que al acostarse junto a ti,
se metamorfosee en sanguijuela,
y que después de parir un cuervo,
alumbre una llave inglesa.
Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,
para que los espejos, al mirarte,
se suiciden de repugnancia;
que tu único entretenimiento consista en instalarte
en la sala de espera de los dentistas,
disfrazado de cocodrilo,
y que te enamores, tan locamente,
de una caja de hierro,
que no puedas dejar, ni por un solo instante,
de lamerle la cerradura.

Puntos Suspensivos… (Joaquín Sabina)

Lo peor del amor, cuando termina,

son las habitaciones ventiladas,

el solo de pijamas con sordina,

la adrenalina en camas separadas.

Lo malo del después son los despojos

que embalsaman los pájaros del sueño,

los teléfonos que hablan con los ojos,

el sístole sin diástole ni dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,

remendar las virtudes veniales,

condenar a galeras los archivos.

Lo atroz de la pasión es cuando pasa,

cuando, al punto final de los finales,

no le siguen dos puntos suspensivos…

Un astronauta y una bruja (sigue la destrucción)

Continuando con la destrucción, he aquí otra muestra de música para pensantes.

Una historia mítica de la relación tránfuga entre un astronauta y una bruja (personal).

Es como encontrar lo que siempre quieres contar. Esto gracias a la genialidad también de los Bersuit Vergarabat, argentinos.

Artista: Bersuit Vergarabat

Album: Hijos del culo

Canción: Desconexión sideral

Un astronauta y una bruja
viajan en una burbuja derechito para el sol,
ese fuego que creció…
Si se calienta el detergente
y revienta eso que sienten
pueden perder el control,
y también la conexión,
certidumbre o ilusión
epidérmica ficción.
El cree en naves espaciales
y en efectos especiales
que nunca verificó
que en su puta vida vio…
Ella practica con escobas
ve el futuro en una bola
que un colgado le vendió
y también la convenció
de su poder interior
esa magia de cartón….
En el aire, ruegan gotas de amor
gotas de amor….
El vago juega con la idea
de crear un gran sistema
que permita otra fusión
otro tipo de valor…
Pero la bruja lo contiene
y adivina lo que quiere
por que él ya fue y volvió
al infierno del terror
a ese mundo tan glotón
que te come el corazón…
A veces pasa que la fiebre
sube misteriosamente
y se retira sin razón,
como toda aparición…
Una burbuja reventada
ya no significa nada
y abatidos van los dos
sin creencia o religión
alejándose del sol
en opuesta dirección….
Un retorno eterno
al vacío, al vacío…
Un retorno eterno
al vacío, VACÍOS…

NUNCA LA VIDA ES TAN PRECISA
NADIE TIENE ESA FIJA
QUE TE SACA DEL MONTÓN
Y TE MUESTRA ALGO MEJOR…
NI EL ASTRONAUTA NI LA BRUJA
SABEN QUÉ HACER CON LA CULPA
Y EL MIEDO QUE LES DEJÓ
SU SIDERAL DESCONEXIÓN….

En el aire , ruegan
gotas de amor gotas de amor…

Hablando de pasillos…

Sin desmerecer nuevos talentos reguetoneros…y demás. Recuerdo el pasillo.

No soy tan vieja, pero aun me destruyo escuchando Carlota Jaramillo, Los Visconti, porsupuesto el «ruiseñor de américa» Julio Jaramillo, Los Panchos, Los Miño Naranjo, entre otros. Reviviendo un poco la niñez compartida de la música, y sintiendo la nostalgia y romanticismo de las canciones.

Pocos ahora se acuerdan del pasillo, incluso se podría hablar de Identidad Nacional y ese tipo de cosas.

Pero la música tiene que nacer del alma o de nosé donde, pero menos de la idiosincracia perdida de la gente.

Para los de vez en cuando sensibles, un pequeño homenaje al pasillo con mi canción favorita:

Interpretada por Carlota Jaramillo-«Esta pena mía»